La Mariposa Azul


Había un viúdo que vivía con sus dos hijas curiosas e inteligentes.
Las niñas siempre hacían muchas preguntas. Algunas él sabia contestar, otras no.
Como pretendía ofrecer a ellas la mejor educación, las mandó pasaren sus vacaciones con un sabio que vivía en el alto de una coliña. El sabio siempre contestava todas las preguntas sin dudar.
Impacientes con el sabio, las niñas resolveran crear una pregunta que él no supiera responder.
Entonces, una de ellas apareción con una linda mariposa azul que usaría para engañar el sabio.
- ¿Qué vais a hacer? - preguntó la hermana.
- Voy a esconder la mariposa en mis manos y preguntar si ella está viva o muerta. Si él afirmar que está muerta, vou a abrir mis manos y dejála volar. Si él contestar que está viva, voy apretarla y matarla. Así, cualquiera que sea a respuesta del sabio, va estar errada.
Las dos muchachas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando.
- Tiengo acá una mariposa azul. Díagame sabio: ¿Ella está viva o muerta?
Con mucha calma el sabio sonrió y contestó:
- Depende de usted... ella está en sus manos.
Así es nuestra vida, el nuestro presente y nuestro futuro.
No debemos culpar a nadie cuando alguna cosa nos va errado. Nosotros mismos somos responsables por aquello que conquistamos (o no conquistamos).
Nuestra vida está en nuestras manos, como la borboleta azul en las manos de la linda muchacha... Cabe a nosotros eligir que hacer con ella.
El valor de las cosas no está en el tiempo que ellas permanecen, sino en la intensidad con que acontecen y sobre todo en el amor a Dios a a los hombres con que hacemos nuestras acciones.
«Por eso, existen momentos inolvidables, cosas que no se pueden explicar y personas incomparables, como por ejemplo los santos».
Fonte: http://textos_legais.sites.uol.com.br

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