Un pensamento rápido - la TV en la familia



















Una profesora pidió a sus alumnos que escurrieran sobre lo que les gustaría que Dios hiciese por ellos.  
A la noche, corrigiendo las redacciones, ella se encuentra con una que la deja muy emocionada...  
El esposo, que acabara de llegar, la encuentra llorando y le pregunta: - ¿Que hubo querida? - Lee - contestó ella - es la redacción de un niño.  
«Señor Dios, en esta noche te pido una cosa muy especial:  
Que me transforme en un aparato de televisión. Yo quiero ocupara su lugar, vivir como vive la TV en mi casa.  
Tener un lugar especial y reunir mi familia a mí alrededor.  
Ser atendido cuando hablo...  
Quiero, Señor, ser el centro de las atenciones y ser escuchado sin interrupciones ni cuestionamientos.  





Quiero recibir el mismo cuidado especial que la TV recibe cuando no funciona. Y tener la compañía de mi papá cuando llega en casa, incluso cansado. Y que mi mamá me busque cuando esté sola y aburrida, a la vez de ignorarme. Y aún que mis hermanos «se peleen» para esta conmigo.
Quiero sentir que mi familia deja todo de lado, una que otra vez, para pasar algunos momentos juntos. Y, por fin, Señor, que yo pueda divertir a todos.  
Señor, no te pido mucho... 
Sólo quiero vivir lo que vive cualquier aparato de televisión del mundo.  
Al finalizar la lectura, el esposo de la profesora dice: -Dios mío, pobre de este niño. Que papás insensibles debe tener. ¡Realmente me da pena!  
La profesora mira desconsolada y dice: 
- Esta redacción es de nuestro hijo...  

Creo que basta comentar una cosa: Piense en esto usted también.

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